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Cómo proteger a tu perro de los peligros del verano

El verano es una época de peligro para tu perro. Para evitar garrapatas, pulgas, arañas y otros indeseables para su compañero favorito, ¡atención y cuidados!


 

Enfermedades parasitarias: causas, consecuencias, precauciones y remedios

Las garrapatas y los mosquitos, presentes cada vez en mayor número, en zonas geográficas cada vez más amplias y hoy en día casi todo el año, son responsables de muchas de las enfermedades parasitarias más temidas por los perros.


Garrapatas

La garrapata se alimenta de la sangre de su huésped al morderlo.

Puede transmitir varias enfermedades a su perro.

Piroplasmosis, resultado de un parásito microscópico que se inocula directamente en el torrente sanguíneo y destruye los glóbulos rojos. Los signos aparecen rápidamente después de la picadura y la enfermedad puede ser mortal en pocos días.

Consecuencias: destrucción de los glóbulos rojos, insuficiencia hepática y renal.

Síntomas: depresión, pérdida de apetito, vómitos, fiebre alta, orina coloreada (de naranja a marrón oscuro).

Tratamiento: una visita imperativa al veterinario que, en función del nivel de contaminación, prescribirá un tratamiento, la mayoría de las veces inyectable, y posiblemente una perfusión para rehidratar y una transfusión en caso de déficit comprobado de glóbulos rojos.

Prevención: tratamientos antiparasitarios, inspección de su animal después de cada paseo o estancia al aire libre.


La borreliosis o enfermedad de Lyme está causada por una bacteria transmitida por garrapatas. Los signos pueden aparecer varias semanas después de la picadura. Cabe señalar que la anaplasmosis, otra enfermedad parasitaria, tiene características muy similares.

Repercusiones: trastornos musculoesqueléticos, inflamación de los ganglios linfáticos, insuficiencia renal y cardíaca, irritaciones cutáneas, trastornos neurológicos.

Síntomas: fiebre, depresión, pérdida de apetito, problemas respiratorios, dolor muscular y articular, cojera crónica.

Tratamiento: es imprescindible una visita al veterinario, que confirmará el diagnóstico con una serología durante dos semanas y tratará con antibióticos.

Prevención: tratamientos antiparasitarios, inspección de su animal después de cada paseo o estancia en el exterior. Existe una vacuna.


Ehrlichiosis, resultado de una bacteria también transmitida por las garrapatas. Los signos pueden aparecer unos días después de la picadura. Se trata de una enfermedad grave y potencialmente mortal.

Repercusiones: pérdida de peso, anorexia, hemorragias, problemas articulares y, finalmente, pancitopenia (reducción de glóbulos rojos y blancos y de plaquetas en la sangre).

Síntomas: fiebre, depresión, vómitos, dolores articulares.

Tratamiento: es imprescindible una visita al veterinario, que confirmará el diagnóstico con la ayuda de numerosas pruebas y análisis. La terapia con antibióticos se prescribirá durante un periodo más o menos largo.

Prevención: tratamientos antiparasitarios, inspección de su animal después de cada paseo o estancia al aire libre.




El mosquito

Además de las molestias y el picor que provocan las picaduras de mosquito, estos indeseables insectos pueden transmitir graves enfermedades a los perros.

La leishmaniosis, resultado de un parásito inoculado por una especie de pequeño mosquito, el flebótomo.

Las repercusiones: trastornos neurológicos, daños oculares, problemas digestivos, fatiga crónica.

Síntomas: debilitamiento, pérdida de peso, lesiones cutáneas, decoloración alrededor de los ojos, cojera, alargamiento de las garras.

Tratamiento: es imprescindible una visita al veterinario, que confirmará el diagnóstico con la ayuda de numerosas pruebas y análisis. Se prescribirá un tratamiento basado en moléculas específicas -cuyos efectos secundarios se especificarán- durante un periodo más o menos largo.

Prevención: tratamiento profiláctico, collar antimosquitos, tratamientos insecticidas, vacunación, regulación de las salidas y tratamiento de las zonas habitadas.


La cardiopatía, también llamada "enfermedad del gusano del corazón", es el resultado de la transmisión de parásitos que se alojan en el corazón o en la arteria pulmonar.

Las repercusiones: insuficiencia cardíaca, anemia grave, obstrucción de la vena cava.

Síntomas: tos, dificultades respiratorias, fatiga, pérdida de peso, problemas renales y hepáticos, síncope, taquicardia, orina oscura.

Tratamiento: es imprescindible una visita al veterinario, que confirmará el diagnóstico con la ayuda de numerosas pruebas y análisis. El tratamiento incluye arsenicales y antihelmínticos. El veterinario le pondrá inyecciones y es necesario un reposo estricto.

Prevención: tratamiento profiláctico, collar antimosquitos, control de las salidas y tratamiento de las zonas habitadas.




Pulgas, piojos y garrapatas

Aunque son menos peligrosos, los tres son desagradables para sus mascotas y deben ser tratados.

Las pulgas, además de picar mucho, pueden desencadenar alergias que empeoran el rascado y pueden provocar problemas en la piel. En un intento de deshacerse de ellas, el perro puede tragárselas y, por tanto, tener tenias, pequeños gusanos que le causarán problemas digestivos y que le obligarán a desparasitar a su mascota.

Los piojos también provocan un intenso picor y a veces prurito.

En cuanto a los Augustats, pequeños ácaros característicos de la mitad sur de Francia, provocarán un picor insoportable en su perro, que no dejará de lamerse, rascarse y morderse.


Aunque cada una de estas afecciones requerirá un tratamiento adecuado, y aunque la vacunación puede ser posible para algunas de ellas, hay una medida preventiva que no puede ignorarse: el tratamiento antiparasitario.

Estos productos no deben administrarse a la ligera, su elección y dosificación dependen de toda una serie de criterios (edad, peso, estado, patologías, etc.). Usted puede elegir, junto con su veterinario, el tipo de tratamiento que debe administrar a su perro:

  • el spray por su rápida acción, siempre que su perro pueda tolerar el olor, el ruido y la sensación;
  • la pipeta o Spot-On es más fácil de aplicar y más eficaz;
  • el collar y su protección más duradera, siempre que permanezca en su sitio;
  • el comprimido con una acción inmediata y más o menos duradera, asegurándose de que no hay contraindicaciones digestivas para su perro;
  • que tratará inmediatamente al animal infestado pero que no lo protegerá de una nueva infestación.



También debes asegurarte de que su entorno sea lo más saludable posible, desinfectando y tratando sus espacios vitales con polvos, sprays o difusores (nebulizadores), tratando el interior de la casa contra los mosquitos y limpiando regularmente su cama.

Por último, evita salir al anochecer, momento de gran actividad para los mosquitos, y no olvides inspeccionar a tu perro después de cada salida en busca de garrapatas -que deberás retirar con un gancho específico (un quitagarrapas)- y cepillarlo o peinarlo cuidadosamente de forma regular.

Consejo Jardiland: para utilizar correctamente el quitagrapatas, deslice el gancho sobre la piel, por debajo de la garrapata, en ambos lados. Gire en sentido contrario a las agujas del reloj sin tirar, la garrapata se desprenderá por sí sola después de 2 o 3 vueltas. Desinfectar la zona con un antiséptico.




La procesionaria, un problema creciente

Por desgracia, la procesionaria ha aumentado en número en los últimos años y ahora infesta casi todo el país. Los huevos que pone una mariposa en un pino abandonan el árbol uno tras otro en una larga procesión y, tras llegar al suelo, se entierran allí y se convierten en mariposa. Los pelos que cubren la oruga procesionaria son muy urticantes. Son dispersados por el viento, lo que aumenta la peligrosidad del insecto ya que no es necesario estar en contacto directo para ser afectado. Por lo tanto, el riesgo para el perro es irritarse con estos pelos alergénicos. Cuando se depositan en el pelaje de su mascota, causan graves picores, inflamación e incluso edema, y esto muy rápidamente. La reacción alérgica puede provocar un shock anafiláctico y una parada respiratoria. Los pelos de la procesionaria pueden causar daños irreversibles en el hocico o la lengua.

En ambos casos, debe reaccionar rápidamente y llevar a su mascota al veterinario de inmediato.

De forma más general, asegúrese de informar a los servicios municipales de cualquier capullo o haga que lo destruyan profesionalmente si se encuentra en su propiedad.

Asegúrese de que las zonas de paseo de su mascota no estén infestadas y no la deje deambular sin vigilancia.





Espiguillas, una hierba si alguna vez hubo una

Presente en grandes cantidades en la naturaleza, pero también en nuestros jardines mejor cuidados, la espiguilla es una hierba seca, una pequeña espiga que, desprendida de su tallo, se adhiere a los tejidos, a la piel, al pelaje y "migra". Poco a poco, avanza, incrustándose incluso bajo la piel, o abriéndose paso dentro de los orificios.

En los perros, sobre todo si tienen el pelo largo y/o rizado, la progresión será fácil y la hierba podrá penetrar en las orejas, pero también en las fosas nasales, en los ojos, en la vulva, en los espacios interdigitales, etc. Causará todo tipo de síntomas.

Causará todo tipo de síntomas, desde ojos llorosos y estornudos incesantes hasta picores crónicos y cojera incapacitante. Causará fiebre, hemorragias nasales, infecciones de oído y abscesos.

Si se deja sin tratar y sin atención veterinaria, la espiga puede tener graves consecuencias con formas severas de infección, perforación del tímpano, daños oculares irreversibles, etc.

Por lo tanto, es imprescindible realizar una inspección periódica y completa de su mascota. También se recomienda encarecidamente un aseo cuidadoso, sobre todo para los perros de pelo largo y rizado.

Si detectas una espiga, no intentes resolver el problema tú mismo, ¡llama a un veterinario que tenga el equipo adecuado!





Natación, siempre supervisada

Al igual que los humanos, no todos los perros son iguales cuando se trata de agua y natación. No todos los perros saben nadar de forma eficaz, ni todos los perros están tranquilos en caso de problemas ni se les puede sujetar cuando están cansados.

Así, el ahogamiento puede producirse en caso de choque térmico, sobre todo durante una ola de calor, pero también en caso de agotamiento: el perro no puede volver a la orilla porque la corriente es demasiado fuerte, la distancia es demasiado grande o no hay instalaciones que le permitan salir del agua solo.

Cuando hace calor, tu perro sudará muy poco -sólo tiene glándulas sudoríparas en las almohadillas de las patas-, así que mójalo con agua fría para refrescarlo, poco a poco y por todas partes antes de que se meta en el agua. Evite el juego excesivo, especialmente en las horas de más calor. Tenga en cuenta la edad de su mascota, su estado físico y su posible reticencia.



Si sabes que tu mascota es frágil, o si vas a hacer un viaje en barco, equípala con un chaleco salvavidas. Y en cualquier caso, ¡no lo dejes sin vigilancia!

En caso de ahogamiento, saque al perro del agua. Si es posible, manténgalo boca abajo, con el objetivo de hacerle escupir el agua de los pulmones. Despeja su boca tirando de la lengua hacia delante. Sécalo y caliéntalo lentamente.

Consejo Jardiland: no dudes en acudir a tu veterinario o a un centro canino si quieres saber más sobre primeros auxilios y cómo tratar una urgencia vital. Los cursos están disponibles en todas las regiones de Francia.

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