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Elegir un perro no es una cuestión de azar... Por supuesto, hay amor a primera vista, pero cada raza tiene sus propias aptitudes y carácter y algunas se adaptan mejor a tu vida familiar o a tus actividades.
En primer lugar, elige con conocimiento de causa un animal cuya raza, carácter y comportamiento se adapten a tu estilo de vida.
Todos los cachorros son bonitos desde las primeras semanas, pero hay que pensar en el futuro. A medida que envejecen, algunas razas se vuelven engorrosas, otras son peleonas y atléticas, necesitan mucho ejercicio y no se adaptan a vivir en un piso o a compartir la compañía de una persona mayor.
Algunas razas de perros también se adaptan mejor a la convivencia con otros animales, como gatos, conejos, hámsters, etc.
La elección del sexo tampoco es indiferente.
Las hembras, tiernas y dóciles, son más fáciles de adiestrar, pero su ciclo sexual puede ser un poco agotador.
Con frecuencia están en celo, y pueden ser propensas al embarazo, real o nervioso.
En cuanto a los machos, suelen ser vagabundos y, si son dominantes, muestran una cabeza fuerte, no aceptan bien la autoridad y pueden ser agresivos en determinadas circunstancias, especialmente en presencia de otros machos.
La esterilización resuelve en gran medida estos problemas. Pide más información a tu veterinario. Otros problemas se resolverán con una buena formación.
Y ahí lo tienes, nada puede impedirte tener una relación maravillosa con tu perro.
Una vez que hayas hecho una elección racional basada en todos los criterios a tener en cuenta –la raza y sus limitaciones, el carácter y el sexo–, asegúrate de que el animal que vas a adquirir goza de buena salud.
Para ello, pida al vendedor garantías y certificados de buena salud y obsérvalo durante mucho tiempo, volviendo varias veces si es necesario.
Observa cómo juega, si se comporta bien o es bullicioso y juzga si te gusta su comportamiento o no. Presta atención a su salud.
Fíjate en si sus ojos son brillantes y luminosos, sus dientes alineados, sus orejas limpias y si está bien proporcionado.
Si es de raza pura, asegúrate de que físicamente cumple todos los requisitos de su raza.
Pide los documentos necesarios en el momento de la venta: certificado de venta, registro sanitario e infórmate sobre el estado de salud del animal. ¿Ha recibido alguna vacuna y cuál?
Pregunta por el número de comidas que le proporcionaban y la composición de su menú.
Asegúrate de tener todo lo necesario para recibir al nuevo miembro de la familia: comedero, alimento, cojín, colchoneta o cuna, collar y correa, transportín, juguetes...