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Todas las rosas tienen su personalidad. ¡Escógelas por su color, su perfume, su porte o por su tamaño, pero sobre todo no las dejes solas! Mézclalas con otras plantas decorativas, ya sean arbustos y árboles más altos o plantas vivaces más bajas. Y no te preocupes por la poda, ya que no es siempre imprescindible, y los rosales siempre vuelven a crecer, incluso si te has equivocado.
En esta familia de rosales encontrarás las mejores variedades para cortar flores y hacer preciosos ramos. Sus rosas son muy elegantes y según la variedad, muy perfumadas.
El rosal de grandes flores tiene un porte estrecho y bastante erguido, lo que resulta ideal para formar pequeños setos o borduras para separar zonas del jardín.
Las variedades nuevas se caracterizan por sus mejoras en cuanto a resistencia a enfermedades, lo que les permite conservar sus hojas bien sanas y verdes en verano.
Florece de mayo a octubre, se planta cada 1.00 m y pueden llegar a medir entre 0.80 a 1.30 m de altura. Es imprescindible una buena poda a finales de invierno.
Resulta de cruzar Rosales antiguos y Rosales modernos, y de cada uno se ha llevado lo mejor: unas flores grandes, dobles, redondas y generosas y muy perfumadas.
Su porte, más bien bajo, ligero y flexible le confiere un aspecto un poco salvaje, y se integra perfectamente, aislado, en un parterre de vivaces o de arbustos.
Pódalo ligeramente justo después de su primera floración para fomentar la formación de otra ola de flores. Puede alcanzar 1.00 a 1.20 m de altura y 1.20 m de ancho y florece de mayo a octubre.
Es pequeño, compacto y muy reflorescente y se caracteriza por sus flores de 6 a 9 cm, muy graciosas y que pueden ser ligeramente perfumadas.
Este tipo de rosal es ideal para crear parterres y borduras, pero también en maceta para colocar en la terraza o en el balcón.
Muy rústico, florece todo el verano si se limpia regularmente, eliminando todas las flores marchitas, a medida que florece. Puede alcanzar 0.40 / 0.50 m de altura y se planta cada 40 cm. Pódalo a finales de invierno.
Se utiliza como arbusto, y puede llegar a una altura de 2,00 m. Su poda no es imprescindible, ya que florece tanto en madero vieja como en madera nueva.
Se puede plantar como un arbusto aislado, en macizos de 3 ejemplares, en parterres o en setos informales, en taludes o como seto defensivo.
Necesita muy pocos cuidados.
Plántalo cada 1.00 / 1.50m y no lo pode durante 2/3 años, y luego basta con suprimir cada año las ramas más viejas. Florece de mayo a octubre. No necesita poda.
No existe otro como el, capaz de para aportar masas de flores y colores todo el verano, con unas flores pequeñas pero agrupadas en racimos generosos que florecen continuamente.
En borduras, se asocia perfectamente con Lavandas o plantas vivaces tapizantes.
Plántalo cada 60 cm, y pódalo muy corto al final del invierno. Puede alcanzar una altura de 0.80 / 1.30 m de altura según la variedad.
Sus largas ramas flexibles le permiten cubrir superficies verticales muy importantes. Basta con guiar y atarlas regularmente a lo largo de la primavera y verano, en un soporte bien amarrado en la pared, una valla, un arco o una celosía.
Deja crecer completamente las ramas nuevas antes de curvar y guiarlas. La acción de curvar la rama le ayudará a florecer, frenando el flujo de savia en la planta y provocando la formación de flores.
Plántalo cada 2 m y florecerá de mayo a octubre. Puede alcanzar 2.00 / 3.00 m de altura. Pódalo a finales de invierno.