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EL clavel requiere poco mantenimiento per necesitará un buen riego en zonas cálidas. Para fomentar la aparición de nuevas flores, no dudes en quitar las flores marchitas a medida que florece.
Dónde mejor se adapta la planta es en el exterior, jardín, balcón, terrazas… y su cuidado es sencillo ya que es una planta muy rústica.
En el interior de casa se recomienda colocarlo en un espacio bien iluminado, cerca de las ventanas para que sus flores conserven su color y mantengan un crecimiento compacto.
Para un crecimiento vigoroso, la luz es un factor predominante. Si la iluminación es insuficiente, se desarrollan brotes débiles, tallos largos y delgados y numerosos brotes laterales.
Si la iluminación, por el contrario, es excesiva y las temperaturas elevadas, los tallos son cortos y con menor número de brotes laterales.
Le gusta riegos cortos y frecuentes. Es importante que el sustrato se encuentre húmedo pero evitando el encharcamiento.
Al tratarse de una planta mediterránea le encanta el sol y las temperaturas templadas, alrededor de los 22ºC de día, por la noche, si baja hasta los 12ºC vegetará mucho mejor.
Temperaturas inferiores a 8ºC y superiores a 25º C alterna el crecimiento y la altura de las flores.
Existen una multitud de variedades de claveles: Dianthus Ten Nelke, Dianthus Caryophyllus Sunflor, Carnelia, Dianthus Cul. Peman, Dianthus Chinesis Telstar, Dianthus Cul. Pink Kisses, Dianthus Barbatus…
De colores brillantes, los claveles alegrarán sus jardineras o macizos.