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¿Sueñas con saborear los frutos recogidos de tu propio jardín? ¿Recoger frambuesas y utilizarlas para hacer deliciosos postres? Si es así, ¡te tienta plantar árboles y arbustos frutales! Pero, ¿cómo debemos hacerlo para obtener una buena cosecha? Plantar un árbol frutal no es muy difícil, pero hay que seguir algunas reglas para que tu árbol o arbusto tenga el mejor comienzo. Sigue la guía...
Por regla general, los frutales deben plantarse a pleno sol y protegidos del viento. Excepción: los frambuesos que pueden aceptar la media sombra o incluso la sombra, especialmente ciertas variedades como 'Willamette' o 'Héritage'.
En cuanto al suelo, no todos los frutales tienen los mismos requisitos, pero la mayoría necesitan un suelo bien drenado. Los manzanos y cerezos se adaptan bien a todo tipo de suelos; a los perales y membrillos no les gustan mucho los suelos calizos, mientras que a los ciruelos, albaricoques y frambuesos sí. Debes averiguar qué árboles frutales se ajustan a las condiciones que puedes ofrecerles.
Además, si plantas varios árboles, ten cuidado con las distancias de plantación. Los árboles frutales necesitan espacio.
¿Sabías qué? Hay algunos árboles frutales que son autofértiles y pueden dar frutos por sí solos. En otros casos, un árbol frutal necesita que se plante cerca a otro árbol de la misma especie, de una variedad polinizadora. Este es el caso de la mayoría de los manzanos y perales.
Los árboles frutales pueden venderse en contenedor o a raíz desnuda:
El agujero debe tener buenas dimensiones: de 50 cm a 1 m de ancho y de 50 a 70 cm de profundidad, según el tamaño del árbol que se vaya a plantar.
Al cavar, se recomienda separar la tierra del agujero en dos montones:
En el caso de un frutal en contenedor, la preparación es muy sencilla: remojar el contenedor en un barreño con agua o en un cubo durante unos diez minutos, o más en el caso de una planta grande. El objetivo es humedecer bien el cepellón.
Un frutal a raíz desnuda debe prepararse con un poco más de cuidado justo antes de plantarlo.
La plantación está completa. Riega tu árbol o arbusto con regularidad durante el primer año de su plantación, sobre todo cuando haga calor y esté seco. Dependiendo del árbol, la fructificación se producirá en unos 2 o 3 años, o mucho antes en el caso de los arbustos de frutos rojos.