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Muchas plantas perennes crecen generosamente en zonas sombrías o semi-sombrías. Algunas forman una agradable cobertura en el suelo (geranios perennes, bígaros, ceratostigma), otras, como astilbes, pulmonares o trilliums, son muy vistosas por sus flores, y otras, como las hostas o heucheras se caracterizan por su follaje decorativo, a menudo de color o abigarrado.
Los macizos soleados pueden reunir plantas perennes de todos los colores, formas y siluetas que pueden alternarse con hierbas, árboles con bulbo y arbustos. Algunas resisten la sequía y otras suelos frescos e incluso empapados.
Sin duda son grandes aliadas de los jardineros ya que son resistentes y capaces de prosperar incluso en los terrenos más pobres. Permiten aligerar las composiciones florales, decorar elegantemente las esquinas alejadas –ya que requieren poco mantenimiento– y su encanto salvaje, su capacidad de atrapar la luz, y su follaje o sus flores de hoja perenne están siempre presentes.
Son fáciles de mantener, ganan fuerza cada año. Y más que cualquier otro tipo de planta, las plantas perennes presentan una paleta de colores, formas, texturas y fragancias ilimitadas.
Incluyen especies que son adecuadas para todos los rincones del jardín, ya sean extensos o no, y para todos los gustos.
Las dulces armonías no son única prerrogativa de la primavera. En verano también es posible disfrutar de sus tonos suaves.